Cuando recibí la noticia de que tenía cáncer, mi mundo se paralizó.
Una pregunta se instaló en mi mente como un bucle interminable: ¿Por qué no me lo detectaron antes? Era inevitable, pero también inútil.
Pronto me di cuenta de que esa pregunta no me estaba ayudando. No ofrecía respuestas útiles ni contribuía a mi recuperación. Fue entonces cuando me hice otra pregunta: ¿Esta pregunta me sirve para curarme? La respuesta fue clara: no.
Decidí aparcar esa pregunta y centrarme en otra más útil: ¿Qué puedo hacer ahora mismo para ayudar a mi cuerpo y colaborar con la medicina en mi recuperación? Ese simple cambio lo transformó todo. Dejé de gastar energía en pensamientos improductivos y comencé a enfocarme en acciones que sí estaban bajo mi control: seguir las indicaciones médicas, cuidar mi alimentación y trabajar en mi bienestar emocional.
Esta experiencia me enseñó algo que comparto en mi libro Renacer en mi otro cuerpo: nuestras preguntas moldean nuestra realidad. Cuando nos quedamos atrapados en cuestiones que no tienen solución, desperdiciamos nuestra energía mental y emocional.
El problema no es preguntarse "por qué", sino quedarse en bucles que no aportan claridad. Si queremos avanzar, necesitamos redirigir nuestra mente hacia preguntas que nos permitan actuar y crecer.
Uno de los primeros pasos para entrenar tu mente es aprender a identificar las preguntas que no te sirven. Aquí tienes algunas claves:
Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Por qué me pasa esto a mí?”, prueba con “¿Qué puedo aprender de esta situación?” o “¿Cómo puedo avanzar desde aquí?”.
Cambiar tus preguntas no es fácil, pero con práctica puedes entrenar tu mente para enfocarse en lo que realmente importa:
Esta capacidad de elegir preguntas que nos sirvan es un tema central en mi libro Renacer en mi otro cuerpo, donde comparto cómo una experiencia tan desafiante como el cáncer me enseñó a transformar mi diálogo interno para convertirme en mi mayor aliada.
Si alguna vez te has sentido atrapado en pensamientos que no te llevan a ninguna parte, este libro puede ser una guía para cambiar tu perspectiva. A través de historias reales y herramientas prácticas, te ayudará a descubrir cómo redirigir tu mente hacia el crecimiento, la resiliencia y la acción.
Al aprender a hacerte las preguntas correctas, conviertes a tu mente en una aliada en lugar de un obstáculo. Pregúntate: ¿Qué preguntas estoy repitiendo que no me ayudan? Identifícalas y empieza a trabajar en ellas. A veces, un pequeño cambio en tu forma de pensar puede marcar una gran diferencia.
¿Quieres aprender más sobre cómo transformar tus pensamientos y superar tus desafíos? Descubre cómo lo hice en mi libro Renacer en mi otro cuerpo.
Y tú, ¿qué sueles utulizar para frenar los pensamientos negativos? Te leo en comentarios.
Puedes ver el video donde te hablo de lo que comento en este post. Te invito a que me dejes tus comentarios en el video:
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Raquel Aldavero