¿Cómo veo yo la mente? Como un caballo desbocado, muy fuerte, muy potente, pero que necesita adiestramiento para que no nos arrastre con toda esa fuerza que tiene.
Ese adiestramiento se lo tenemos que dar nosotros. Si nos identificamos con nuestra mente, todo esto nos sonará a chino y pensaremos que nosotros somos los dueños de nuestros pensamientos, pero no es así. Es ese caballo desbocado el que nos "dicta" lo que pensamos y nos trae locos con un sinfín de pensamientos, en la mayoría, negativos; y sobre todo, ante situaciones difíciles.
Yo llevo no sé cuántos días sin poder salir de la cama, literalmente. El dolor de ciática que tengo, debido a la inflamación que me provoca la quimioterapia, hace que donde antes había tumor pinzando el nervio, ahora haya inflamación.
A veces he pensado que si me preguntaran con qué asociaría el cáncer, mi respuesta sería: con "dolor". Dolor tanto emocional pero sobre todo, en mi caso, físico.
Nunca había sido tan consciente de todo el dolor que un cuerpo puede aguantar. Muchas veces hablo con mi cuerpo y le doy las gracias por aguantar todo lo que está aguantando. Otras veces le pido que lo haga, que trabajaremos en equipo... Lo malo del dolor es que, aparte de limitante a nivel físico, puede llegar a serlo a nivel mental (a mí me ha pasado).
Ahora estoy con una medicación muy muy fuerte, ajustando la dosis, para ir reduciéndolo. Mientras tanto, mi cama está siendo el lugar donde paso los días, donde consigo que ese dolor, aunque nunca desaparece del todo, sea el mínimo posible que pueda sentir.
¿Y qué pasa con ese caballo-mente desbocado? Pues pienso que si no lo tuviera entrenado, me hubiera vuelto loca estando así durante todos los días que llevo en cama.
He aprendido a ser yo la que maneje esos pensamientos, la que no le permita a mi mente pensar libremente lo que le dé la gana, a cuestionarle la veracidad de los pensamientos que muchas veces me ha mandado, a decirle que sí podía un poquito más cuando ella me decía que estaba agotada... en definitiva, a ser yo la que decida en qué pensar.
Durante todos estos días en cama, le he dado un "anzuelo" en qué entretenerse para tenerla enfocada en otra cosa que no fuera el dolor, el tener que estar en cama, en el "pobrecita de mí..." y todas esas cosas. Mando yo, así que, dejé salir mi parte creativa y le di ese anzuelo, que picó y gracias a eso me he mantenido entretenida y estoy llevando mejor el hecho de no poder moverme.
El cuerpo (mi parte creativa) me pedía salir así que lo aproveché para tener a la parte racional ocupada.
Os dejo esta creación
en este enlace. Creación que me ha permitido mantener la mente ocupada, sin volverme loca, tantos días mirando al techo.
Todo esto es para mí "el arte de enfocar la mente".
Gracias por leer hasta aquí.
¿Te resuena todo esto que te cuento? ¿Te resulta difícil controlar tu mente, tus pensamientos? ¿Qué opinas de todo esto? Un beso!