Creo que todos los que hemos recibido un diagnóstico de cáncer todavía recordamos ese momento. Nos quedamos "bloqueados", con la sensación de que el oncólogo se lo está diciendo a otra persona, mil preguntas nos pasan por la cabeza, el miedo a morir se instaura en nuestra mente...
¿Qué hacer?
1- No te guardes lo que sientes. Si necesitas llorar, llora. Si necesitas aislarte, hazlo. Lo importante es no reprimir tus sentimientos. Da igual lo que los demás piensen que debes hacer o sentir. Son tus emociones y lo peor que se puede hacer es quedártelas dentro.
2- Pide ayuda a las personas de tu alrededor. Hay muchas personas dispuestas a hacerlo y no saben cómo. Yo me he sorprendido en este aspecto. Me considero toda una afortunada porque durante todo mi proceso he estado muy acompañada. Siempre había sido una persona muy independiente a la que le costaba pedir ayuda. El cáncer me ha enseñado y, me atrevería a decir, "obligado" a pedir ayuda en determinados momentos cuando mi cuerpo no podía cumplir los deseos de mi mente.
3- Intenta mantener la mente ocupada. Si no lo está, se va a ir todo el tiempo hacia el cáncer y éste pasará a ser el centro de tu vida impidiendo que, a pesar de la enfermedad, puedas disfrutar de otras cosas que también existirán en esos momentos. No permitas que el cáncer te robe otros momentos positivos, de poder disfrutar. Siembra esta idea en tu mente y acude a ella cuando veas que te resulta difícil alejar el pensamiento recurrente sobre el cáncer.
4- No busques información por internet. Si lo haces encontrarás todo lo negativo y catastrofista que no tiene por qué ser lo que te ocurra a ti. No necesitas agobiarte más por cosas que probablemente no ocurran nunca. Pregunta a tus médicos y quédate con esa información. No necesitas sembrar más miedos y dudas.
5- Comparte tu diagnóstico sólo con quien tú quieras. No tienes ningún compromiso con nadie. A mí me ha venido bien compartirlo con quienes he considerado oportuno. Eso ha hecho que aligerara la mochila que me acababan de colocar en la espalda. Tener que estar ocultando algo así supone un peso añadido a todo con lo que ya tenemos que lidiar.
¿Incluirías alguno más?
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Raquel Aldavero