¡Hola! Me alegra verte de nuevo por aquí. Espero que estés bien. Yo estoy bastante fastidiada con el dolor de la pierna. No sé si es porque cuando me encuentro bien, comienzo a hacer cosas y le meto demasiada caña o porque la infiltración que me hicieron cuando estuve ingresada no ha funcionado, espero que sea lo primero.
Hoy te quería hablar sobre la muerte repentina de la mujer del Dr. Cabrera, que nos hizo reflexionar a mi madre y a mí sobre la vida.
Esta señora se atragantó con un trozo de zanahoria y por mucho que lo intentaron, no consiguieron salvarla.
Esto hizo que pensáramos si es que cada uno tenemos nuestro momento para irnos y da igual quien haya alrededor y lo que hagamos: es nuestro momento y todo termina para nosotros... La verdad es que casos así hacen pensar que es así.
Hubo una frase que dijo el doctor y que comparto plenamente: a los días del fallecimiento de su mujer acudió al programa donde colaboraba y allí le agradecían que lo hubiera hecho. Él respondió que el agradecimiento era de él hacia el programa porque en esos momentos necesitaba rodearse de gente y tener la mente ocupada.
Esto de
tener la mente ocupada
lo he vivido durante todo el cáncer. Creo que esa "lucha" de la que todo el mundo nos habla a los pacientes de cáncer es una lucha contra nosotros mismos, contra nuestra propia mente. En mi opinión, no somos conscientes de que si nosotros no dominamos los pensamientos que nuestra mente nos manda, pensamos que somos nosotros los que "los tenemos", cuando en realidad no es así, sino que es la propia mente la que los manda, como si tuviera vida propia. Normalmente son negativos y si no los controlamos, nos pueden hundir en situaciones difíciles como puede ser el fallecimiento de un ser querido, como le ha pasado al doctor Cabrera, o un cáncer o cualquier otra enfermedad grave. Por eso siempre digo que esto es una lucha contra nuestra propia mente, en la que yo me he visto en más de una ocasión.
Aquí te cuento uno de esos momentos y lo que hice. Evidentemente hay una lucha "física" también porque hay que soportar mucho dolor físico. Éste te machaca tanto a nivel físico como a nivel mental, porque llega un momento en que es muy difícil pensar.
(Puedes ver este post en video)
Por otra parte está el dolor emocional, que es el que este doctor tendrá. Tendrá que pasar su duelo. Nosotros, los pacientes de cáncer también lo pasamos.
El duelo se pasa cuando se pierde algo o a alguien. Él ha perdido a un ser querido, nosotros perdemos nuestra salud, nuestro pelo, nuestro cuerpo tal cual lo conocíamos antes de la enfermedad, nuestra vida de antes, personas... Todo eso es un sufrimiento y una necesidad mental de mantener los pensamientos bajo control.
Sé que esto no es fácil, me lo dicen, pero creo que no hay nada fácil en esta vida. A mí si me dicen que tengo que levantar 70 kg de peso también diría que no es fácil. Todo requiere de un entrenamiento.
Para mí el tema de trabajar la mente, creo que es lo que me ha ayudado en todo esto del cáncer. No se va a conseguir el primer día pero es un entrenamiento, igual que levantar pesas. Ese entrenamiento ha hecho que yo, una vez acepto el reto que sea, busque soluciones y no me quede en la lamentación, en el victimismo, en lo que pudo ser y no fue... Y si detecto algún pensamiento negativo, que también los tengo porque soy humana, pare ese tipo de pensamiento y no le permita a mi mente continuar por ahí.
Espero te sirvan estas reflexiones y si te apetece, me dejes en comentarios las tuyas.